Epilepsias de origen genético: cómo el exoma dirigido y el exoma completo están transformando el diagnóstico

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Patricia Maroño

26/11/2025

Las epilepsias constituyen un grupo de trastornos neurológicos caracterizados por la aparición recurrente de crisis epilépticas debidas a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Aunque durante muchos años su origen se ha atribuido principalmente a factores adquiridos como traumatismos, infecciones, tumores o lesiones estructurales, hoy sabemos que una parte importante de las epilepsias tiene un componente genético. Este conocimiento ha transformado nuestra comprensión de la enfermedad y está cambiando de forma profunda la manera en que se diagnostica y se trata a los pacientes.

Las epilepsias de origen genético pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, aunque son especialmente frecuentes en la infancia y adolescencia. En muchos casos, el mecanismo que desencadena las crisis es una alteración en genes que regulan canales iónicos, sinapsis neuronales o procesos de desarrollo cerebral. Variantes en genes como SCN1A, KCNQ2, STXBP1, CDKL5 o PCDH19 se han identificado como causantes directos de síndromes epilépticos específicos. Algunas de estas alteraciones producen epilepsias severas de inicio temprano, mientras que otras dan lugar a cuadros más leves o con buena respuesta al tratamiento. Para los clínicos, distinguir entre estas posibilidades es esencial, y la genética ofrece una herramienta precisa para lograrlo.

“Hoy sabemos que una parte importante de las epilepsias tiene un componente genético.”

El uso de estudios genéticos en epilepsia se ha vuelto especialmente relevante gracias al desarrollo de la secuenciación masiva de nueva generación (NGS). Esta tecnología permite analizar cientos o miles de genes de manera simultánea, con gran sensibilidad y en un tiempo reducido. Dentro de estas técnicas destacan dos modalidades principales: el estudio del exoma dirigido y el estudio del exoma completo. Aunque ambos se basan en la secuenciación de regiones codificantes del ADN, cumplen funciones complementarias en el proceso diagnóstico.

Exoma dirigido y Exoma completo

El exoma dirigido consiste en analizar un panel de genes seleccionados específicamente por su relación conocida con epilepsia. Estos paneles incluyen decenas o cientos de genes cuya implicación ha sido ampliamente demostrada en distintos síndromes epilépticos. Su principal ventaja es la eficiencia: al centrarse en genes de alta relevancia clínica, permiten obtener un resultado rápido, con menor complejidad interpretativa y un coste reducido. Además, suelen ser la primera línea de estudio cuando se sospecha una epilepsia genética con características clínicas bien definidas. Sin embargo, su principal limitación es que solo analizan lo que ya se conoce; si la causa se encuentra en genes no incluidos en el panel, puede pasar desapercibida.

Para superar esa limitación, el estudio del exoma completo se ha convertido en una herramienta de enorme valor, especialmente en casos complejos, síndromes epilépticos tempranos o pacientes con múltiples comorbilidades. El exoma completo analiza prácticamente todos los genes codificantes del genoma humano, lo que permite identificar variantes raras o inesperadas que no habrían sido consideradas inicialmente. Gracias a esta visión global, el exoma completo contribuye tanto al diagnóstico clínico como al descubrimiento de nuevos genes asociados a epilepsia, ampliando de forma continua el conocimiento científico sobre la enfermedad. Además, una de sus ventajas más importantes es la posibilidad de reanalizar los datos en el futuro, a medida que avanza la investigación y aparecen nuevas evidencias.

Alcanzar un diagnóstico genético correcto y precoz tiene implicaciones decisivas en el tratamiento de la epilepsia. En primer lugar, permite escoger terapias más adecuadas. Algunas mutaciones responden mejor a determinados fármacos, mientras que otras desaconsejan el uso de medicamentos concretos. Por ejemplo, en epilepsias asociadas a variantes en SCN1A, ciertos antiepilépticos pueden empeorar las crisis, por lo que es fundamental distinguir este subtipo cuanto antes. En segundo lugar, el diagnóstico genético ayuda a prever la evolución clínica, planificar el seguimiento y anticipar posibles comorbilidades. También permite orientar a las familias mediante consejo genético, facilitando información fiable sobre riesgos de recurrencia y posibilidades reproductivas.

La genética está transformando la forma en que entendemos y tratamos las epilepsias. El uso combinado de paneles dirigidos y exoma completo ofrece un enfoque robusto y flexible para obtener diagnósticos precisos, especialmente en enfermedades neurológicas complejas. A medida que estas tecnologías continúen evolucionando, su aplicación permitirá avanzar hacia una atención más personalizada, eficaz y adaptada a las características de cada paciente.

  1. Krygier, J., et al. Next-generation sequencing testing in children with epilepsy reveals novel clinical, diagnostic and therapeutic implications. Frontiers in Genetics (2023).
  2. Miao, Q. et al. Genetics of Pediatric Epilepsy: Next-Generation Sequencing in Clinical Practice. Genes 13 (2022): 1466
  3. Wu, et al. Genome sequencing of 320 Chinese children with epilepsy: a clinical and molecular study. Brain 144 (2021): 3623–3637.

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